Junto a la placa nominativa de este emblemático espacio de la ciudad también se ha inaugurado una obra del escultor López del Espino
El alcalde de Lucena, Aurelio Fernández, presidió este viernes el acto de descubrimiento de la placa nominativa “Llanete de Nuestro Padre Jesús Nazareno”, nombre con el que así queda vinculado para la historia este emblemático espacio de la ciudad con una de las imágenes que mayor devoción despierta entre la ciudadanía.
A las puertas de la iglesia de San Pedro Mártir y presentado por el concejal de Cultura y Turismo, Francisco Barbancho, el acto reunió a un importante número de personas en torno a este acontecimiento fruto del acuerdo plenario que se tomó en el pasado mes de marzo con unanimidad de todos los grupos políticos municipales a propuesta de la Venerable Archicofradía de Ntro Padre Jesús Nazareno con motivo del 425 aniversario de su fundación y año jubilar.
Una efeméride que quedará inmortalizada para la historia gracias a la obra del escultor lucentino Francisco Javier López del Espino, también inaugurada durante el acto y en la que se representa el rostro y la cruz de Nuestro Padre Jesús Nazareno rodeado de una arquitectura neoclásica acorde con el entorno, según explicó el artista, orgulloso de “poder ver hecho realidad lo que para mí era un sueño”.
En nombre de la archicofradía, el Hermano Mayor, Juan Torres puso en valor “este momento histórico y lleno de significado para todo el pueblo de Lucena, dando un pasó más en el reconocimiento de nuestra identidad para que el Llanete de Nuestro Padre Jesús Nazareno siga siendo un lugar de encuentro, oración y esperanza para toda la ciudadanía”.
Antes de descubrir ambos elementos, el alcalde de Lucena, Aurelio Fernández, quiso felicitar la labor de la archicofradía y destacó la importancia de este llanete como “un lugar único, mágico y especial donde cada Viernes Santo a las 6 de la mañana se vive uno de los momentos claves de nuestra ciudad y que, a pesar de lo pequeño que es, tiene cabida para todo el pueblo de Lucena”.
“Con este acto no solo rendimos homenaje a la historia de la cofradía, también a todos los lucentinos que a lo largo de los años han trabajado para que esta celebración siga siendo parte esencial de nuestra identidad, haciendo que Lucena mire al futuro con esperanza pero con los pies anclados en la riqueza de su pasado”, concluyó Aurelio Fernández.