El resultado del estudio arroja que el nivel de satisfacción de la mayoría de personas entrevistadas con relación a este servicio ha sido bueno o muy bueno

Esta mañana, Mª Teresa Alonso, concejal delegada de Servicios Sociales y Salud, Carlos Villa, concejal de Servicios Sociales en la legislatura 2011/15, Araceli Fernández y Mónica Montes, trabajadoras sociales encargadas de la realización del estudio, y Juan Antonio Castillo, gerente en Córdoba de Clece, han informado sobre los detalles de un estudio que se realizó a finales del año de 2014 sobre la población mayor de 80 años que vive sola.

Un estudio que se dirige a dos perfiles poblacionales: por un lado, a la población mayor de 80 años que vive sola y no cuenta con ninguna prestación y, por otro lado, a los usuarios del Servicio de Ayuda a Domicilio. En total se realizaron 546 entrevistas; 337 a usuarios del Servicio de Ayuda a Domicilio y, utilizando el padrón de habitantes de diciembre de 2014 sobre personas de 80 años que viven solas, excepto a aquellos que rehusaron la petición, se han entrevistado a 209 personas. El resultado del estudio arroja que el nivel de satisfacción de la mayoría de personas con este servicio ha sido bueno o muy bueno.

El estudio del Servicio de Ayuda a Domicilio consistió en una serie de visitas y lo que pretendía conocer era la satisfacción de este servicio y los gustos, hábitos y estado de salud en el que se encontraban las personas. En el caso de las personas mayores de 80 años que viven solas se buscaba sobre todo conocer su estado de salud. Además de si contaban con ayudas de cuidadores privados o de sus familiares.

Aunque las trabajadoras sociales que realizaron el estudio se trasladaban hasta el domicilio del entrevistado para conocer estos datos también informaban sobre los recursos que están disponibles en la localidad y cómo podían acceder a ellos, ya que muchos por desconocimiento no los solicitaban. Así como en el momento en el que se encontraban con una necesidad actuaban para resolverla. Todo con el objetivo de poder conocer a través de los datos las necesidades de los mayores e intentar mejorar, en la medida de lo posible, su calidad de vida.